Un Cortijo con Historia

La historia impregnada en las paredes y bajo las bóvedas de este cortijo del siglo XIX mantienen latente el espíritu de las casas de campo típicas de la comarca de Los Pedroches. De hecho, su construcción a base de piedra, cal, madera, barro y cerámica, junto con una cuidadísima decoración rústica logra que nos sintamos transportados a una vivienda de época.

El Encinar Portezuelo adquiere, ya desde sus orígenes, la condición de cortijo emblemático debido a la magnífica gestión de D. Nemesio Muñoz, conocido industrial pozoalbense. Acogió, como era habitual entonces, toda una serie de oficios propios del lugar y la época. Aparceros, gañanes, pastores, porqueros, piconeros o segaores fueron ocupando a lo largo de la historia las paredes de esta peculiar construcción vallesana.

Bien entrado el siglo XX, como muchas otras zonas de la península, Los Pedroches se vieron fuertemente sacudidos por la irrupción de la Guerra Civil, siendo una de las Comarcas donde el conflicto alcanzó cotas más severas de dramatismo. En dicha contienda el Encinar llegó a ser habilitado provisionalmente como Hospital de Sangre, y acogió en su interior, ejerciendo necesarias labores de auxilio y cura, a heridos en el frente.

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